Me gustó caminar entre árboles por el camino-senda que recorría la seudoselva.
Me gustó entrar a casas abandonadas, que vos tengas miedo, que quieras seguir entrando a cada lugar abandonado con el que nos topemos.
Me gustó esto de comer en mesitas de madera, escuchando el charango y la guitarra que tocaban los vecinos de camping.
Esto de dormirnos abajo de un árbol y que se nos llenen las manos-cara-brazos de hormigas rojas y diminutas.
Me gustaron tus tantos comentarios al estílo "¡MIRA ESE ARBOL! ¡ESE ARBOL MIRALO! ¡QUE LINDOS ARBOLES! ¡QUE ARBOLES QUE HAY!"
Me gustó tu cara de impaciencia ante la almacenera que tardaba ocho horas en darnos 100 gramos de salame y queso, pan y una coca.
Me gustó el encuentro en la carpa.
Que cómodo fue dormir en la hostería.
Esto de la carpa no es para nosotros, mi amor. Gente fifí que somos, ¿te das cuenta?
Mis pulmones son fifís.
Mis pulmones son fifís.
Ahora debes estar saliendo de la facultad, mientras yo me hago un baño de vapor y tomo un té.